Fuentes de Duero es un despoblado de la provincia de Valladolid que se encuentra en el término municipal de la Cistérniga aunque se aconseja llegar desde Tudela de Duero, pero no por carretera, sino por un camino que sale desde el mismo pueblo, por la calle Fuentes (probablemente así llamada porque es la que conduce al despoblado). Hay que continuar por ese camino durante cuatro kilómetros, y encontraremos el lugar encuadrado a la izquierda del camino, protegido por una verja tras las abandonadas vías del tren, ya que hoy en día es una finca agropecuaria privada.
Para situarle en el mapa hay que buscarle en la misma ribera del Duero, a 13 kilómetros de Valladolid. En medio de un triángulo formado por el río Duero, Tudela de Duero y la Cistérniga. Es todo una inmensa zona de regadío, todo de un intenso color verde que da gusto mirar atravesado por caminos.
El caserío existe desde la Edad Media y llegó a tener su propio ayuntamiento. Era paso obligado desde Simancas o Valladolid hacia el este. Si hoy lo atraviesan la autovía, el Canal del Duero y la avejentada vía ferroviaria de Ariza, ayer lo cruzaron la calzada romana de Clunia y varias cañadas reales. Perteneció al obispado de Palencia entre 1126 y 1214. El libro de las Behetrías dice que formaba parte de la Merindad del Infantazgo de Valladolid y el abad de la colegiata tenía diez vasallos. Los demás vasallos eran propiedad de Fernando Sánchez de Valladolid.
Aparece con 12 vecinos en 1526, en el censo de los Pecheros de siglo XVI, un recuento censal pedido por Carlos I.
En 1829 la propiedad de casi todo el término fue adquirida por el Conde de la Cortina, Vicente Gómez de la Cortina y Salceda, que roturó grandes extensiones, edificó un parador, una casa de labranza con bodega y panera y otras casas para guardas y dependientes, datando de esa fecha su repoblación. El mismo conde falleció en la localidad en 1842 (la actual condesa de la Cortina es Doña María de la Gloría Barranco desde 1992). A su muerte sus herderos la vendieron a Juan Mata Sevillano y Fraile (político y militar), nombrado en 1846 por Isabel II Marqués de Fuentes de Duero (tal marquesado ya no existe desde principios del siglo XX después de su 4º linaje). A mediados del siglo XIX aunque seguía habitado, dejó de ser un municipio con ayuntamiento propio para ser una localidad dependiente de la Cistérniga.
Conserva una iglesia, un torreón un crucero y restos de una casa palaciega protegidos por Patrimonio Histórico. También la casa de los guardeses y un establo para la cría de terneros. Aparte, en su término, también cuenta con un puente de hierro que salva la vía del tren y un lavadero con su fuente. Todo en unas condiciones bastante malas, debido a su abandono progresivo y falta de trato.
La iglesia recibió la advocación de Santiago. Es una obra tardía del románico, segunda mitad del XII, con sucesivas reparaciones (las últimas con cemento). Desde fuera de la finca no se puede ver casi nada salvo su pared norte, que no tiene nada. Su aparejo original es de mampostería con sillares que refuerzan las esquinas. Es de planta rectangular, de una nave, con cabecera cuadrada y sacristía. La cabecera se cubre con bóveda de cañón y el resto con techumbre de madera. En los libros de fábrica de la iglesia se describe una torre que, en algún momento, desapareció y fue sustituida por una humilde espadaña de un solo hueco levantanda sobre la fachada de los pies, la del sur, donde se encuentra la puerta de acceso.
Sobre la portada un tejaroz que descansa sobre cinco canecillos simples. Presenta dos arquivoltas ligeramente apuntadas, una con moldura de baquetón y otra lisa. Las arquivoltas se apoyan sobre impostas ajedrezadas en el exterior y lisas en el interior, y a su vez dichas impostas descansan sobre jambas acodilladas.
En el interior se puede acceder al presbiterio a través de un arco de medio punto que se apoya en columnas pareadas, con sus capiteles labrados con temas zoomorfos y vegetales. Los cimacios tienen la misma decoración ajedrezada que la portada. Su retablo fue vendido a Estados Unidos. Tuvo en el lado de la epístola una capilla donde se veneraba una virgen con el niño y que después se usó como sacristía. El recinto es gótico con bóveda estrellada.
Distribuidos en el pavimento, los zócalos y los frontales de altar, encontramos azulejos del siglo XVI fabricados en Valladolid, predominando los colores azul y amarillo y los temas de Santiago Apóstol. Todo esto en medio de una granja privada y no puede ser visitable ¿qué te parece?
El torreón es de planta cuadrada. Carece de almenas, que fueron sustituidas en alguna restauración por un simple tejado a una vertiente. Las esquinas carecen de protección. Servía para proteger los bienes de la comunidad agrícola, como silo y palomar. Aunque también se dice que podría haber sido habitado precisamente por las almenas y por los dos poyos o asientos a los lados de la ventana típicos de los castillos. En el lado norte se abrió una puerta a ras de suelo para hacer el acceso más practicable, ya que antes el acceso estaba en la parte superior, como los castillos.
En esa misma pared se conserva la reja de la ventana. En el lado sur se abren dos ventanas, la de arriba con arco flamígero, lo que indica una construcción del siglo XV. Así es como se cree que fue una torre defensiva que controlaba el paso del Duero impidiendo el paso del enemigo o avisando a otros de su llegada.
Por su término transcurre el Canal del Duero. El ferrocarril Valladolid-Ariza pasaba por el límite de este poblado, justo donde se encuentra la verja, a escasos metros de la iglesia, hasta que la línea fue cerrada a viajeros en 1985 y a mercancías en 1994. No tenía parada de estación. Se conservan las vías, invadidas en muchos tramos por la maleza, los postes del tendido eléctrico con los cables medio caídos y algunas señales de tráfico. Y antes de construir la vía se cruzaba el río con barca de cadenas.
Fuentes de duero quedó despoblado definitivamente en la década de 1860, integrándose al vecino municipio de Cistérniga. Su población de derecho era de 28 con 7 hogares en 1842, y su población de hecho era de 117 con 16 hogares en 1857.
Como ya hemos dicho, hoy Fuentes de Duero es una finca privada, no visitable más allá de una verja. Un patrimonio histórico español (nuestro patrimonio) al que no podemos aceder, y que se está echando a perder.
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