Chañe, capital del Carracillo.

LOCALIZACIÓN

Chañe se encuentra en el noroeste de la provincia de Segovia. Es partido judicial de Cuéllar, siendo uno de los municipios de su Villa y Tierra. Está enclavado en el extremo oeste del Sexmo de la Mata de la Tierra de Cuéllar (una división administrativa medieval), lindando con Remondo, que ya forma parte de la administración de Íscar, y su parroquia siempre ha pertenecido a la Diócesis de Segovia.

Con todo ésto lo que se ha querido decir es que los impuestos recadudados en Chañe iban a parar a manos de los señores de la Villa de Cuéllar, puesto que en 1464 Enrique IV concedió su señorío a Beltrán de la Cueva, I Duque de Alburquerque y señor de la Villa y sus tierras, y seguirían siéndolo sus sucesores hasta la supresión de los señoríos en el siglo XIX. Los diezmos que recaudaba la parroquia eran para el obispado de Segovia.

Por su núcleo urbano fluye, prácticamente sin agua, el arroyo Marieles que al unirse al arroyo de la Sirpe un kilómetro más adelante forman el arroyo Jaramiel, que desemboca a la altura de Íscar en el río Pirón, ya en la provincia vallisoletana.

Tiene una superficie de 35km² y está situado en una llanura a 760 msnm. Las zonas boscosas que hay en el entorno son de pino negral, de uso para resina.

Por el pueblo pasan varias cañadas, las «autovías de la época», como la Cañada Real de la Reina y la Cañada Real de la Angostilla. También pasan cordeles, que tenían menos categoría que las cañadas, como el Cordel de Camino Real de Valladolid, el Cordel de las Carretas, el Cordel de San Antonio y el Cordel de Nuño-Gómez.

Segovia, comarca del Carracillo, ESCARABAJOSA DE CUELLAR (Segovia)

imagen extraida de verpueblos.com

Tiene una red de carreteras muy amplia, aunque no sean carreteras importantes, pero está muy bien comunicado en este sentido. Está atravesado por la carretera SG-333, que une Íscar con Gomezserracín, y terminan las carreteras SG-V-3341, que le une con Coca, SG-V-3331, que le une con Vallelado, y SG-P-3421, que le une con Arroyo de Cuéllar.

EL CARRACILLO

Aunque Chañe está en la comarca natural de Tierra de Pinares (una amplia red de pueblos de las provincias de Valladolid, Ávila y Segovia) también forma parte de otra comarca natural dentro de la misma, El Carracillo, formado por un amplio número de pueblos con ciertas características en común y siendo un gran claro en medio de ese mar de pinares.

El origen del nombre es compuesto, Carra-cillo.
Carra significa camino, carretera; y cillo proviene de cirio o cielo; por lo que viene a significar camino de velas o camino del cielo.

El nombre procede concretamente de Samboal, puesto que allí estaba situado un priorato benedtino llamado Carracielo del Pinar, que fue donado en 1112 por el conde Pedro Ansúrez al cenobio palentino de San Isidoro de Dueñas. En esa época Samboal estaba situado 500m. más al norte, junto al río Pirón, pero por una crecida del río las construcciones se acercaron más al monasterio.

photo_2020-12-02_17-28-45

Hoy en día es una iglesia románico-mudejar con advocación a San Baudilio, y su parte conventual ha desaparecido por completo. Su estilo rompe con el resto de iglesias del Carracillo (una sola nave con espadaña, y elementos baratos) obviamente porque fué un monasterio.

No están definidos los pueblos que forman esta comarca porque no está delimitada, siendo varios pueblos de la Tierra de Cuéllar, que pertenecen al sexmo de La Mata y al sexmo de Navalmanzano, y Remondo, de la Tierra de Íscar. Los que lo forman a fondo fijo son los pueblos que forman la mancomunidad de regantes, que son Chañe, Fresneda de Cuéllar, Gomezserracín, Narros de Cuéllar, Remondo y Sanchonuño, y Arroyo de Cuéllar, Campo de Cuéllar y Chatún que están bajo el Ayuntamiento de Cuéllar. A estos pueblos se les puede añadir Pinarejos, Mudrián y San Martín (hoy en día bajo el mismo Ayuntamiento), Samboal, Mata de Cuéllar, Vallelado y Navalmanzano.

La principal característica de esta llana comarca que se encuentra entre los ríos Cega y Pirón es la arenosidad de sus tierras, unas arenas silíceas, suaves y finas. Esto hace que el agua de las lluvias se quede embalsada, formando pequeñas lagunas y arroyos, que hacen que los pastos sean abundantes y facilite el cultivo de regadío.

Al finalizar la Guerra Civil en 1939, Franco cerró las fronteras y con ello la importación y exportación de productos, con la absurda idea de que España se levantase por sí misma.

Cartel anuncio achicoria y malta | Anuncios vintage, Carteles ...

Por tanto, dejó de llegar a España un producto que no tiene, el café. El sucedáneo que había era la achicoria, una raiz que es idónea para cultivar en esta tierra arenosa. Ésto fue un auge para la economía de la zona, que después era tostada y tratada en numerosas industrias de Íscar y Cuéllar, entre otros lugares.

Franco se dió cuenta de que la economía española no se podría levantar por sí misma y en la década de los ’60 abrió las fronteras al comercio, provocando el éxodo de población de los pueblos a las ciudades y, ciñéndonos al tema, importando café.

Desde entonces, en la zona del Carracillo se decidió plantar hortaliza, siendo su principal motor económico hoy en día.

ARQUEOLOGÍA Y TOPONIMIA

El cultivar esta tierra tan fértil no es una idea de sus habitantes del último siglo. Hace miles de años sus pobladores ya se dieron cuenta.

Chañe ha sido declarado «Municipio de protección arqueológica», puesto que en su suelo se han encontrado gran cantidad de restos arqueológicos, concretamente 22 yacimientos.

Los más importantes corresponden a la Edad de los Metales y los más antiguos son los del Paleolítico Inferior (que terminó hace 100.000 años, aunque en ese momento el ser humano aun era nómada), pero también los hay de la época megalítica, célticos, celtíberos, romanos y visigodos.

Dicho así, no suena muy importante, de modo que cambiaremos la forma de decirlo…

Prehistoria | ¿Que es? Resumen, linea de tiempo y sus etapas

imagen extraida de mundoantiguo.net

Se han encontrado restos de la Edad de Bronce (entre la Edad de Cobre y la Edad de Hierro) y la Edad de los Metales terminó hace 6000 años. Es decir…, hace más de 6000 años estas tierras ya estaban habitadas. Ya había una civilización asentada. ¿Cuántas urbanizaciones pueden presumir de algo así?, seguramente ninguna. ¿Y cuántas ciudades o pueblos?, muy pocos.

Nos pensamos que en la Edad de los Metales pintaban en las cavernas y esas cosas, pero no es así. Ya tenían una sociedad jeraquizada y un sistema monetario.

photo_2020-07-05_20-32-07

Esperamos que diciéndolo así se pueda apreciar el valor que tiene, y quien quiera ver las piezas que se han ido encontrando, puede hacerlo en Segovia, en el Museo de Segovia, situado en Casa del Sol, que por 1€ que vale la entrada merece la pena.

Sin embargo la primera vez que se menta el pueblo de forma escrita es en el 1247, refiriéndose al lugar como «Channe».

La letra «Ñ» está compuesta por una «N» pequeña encima de otra, que con el paso del tiempo se ha convertido en la virguilla que usamos hoy en día, es decir… esa raya con doble curva.

El lugar se hacía llamar Ecta Fanni, que son palabras vasco-navarras, seguramente de repobladores. Ecta o Echa vendría a significar padre o abuelo, y Fanne sería Añe, el nombre antiguo del que salió el apellido Fáñez.

Por lo tanto, Chañe significaría «Padre Añe».

Curioso también es el nombre del cual procede el arroyo que atraviesa el lugar, el arroyo Marieles, que deriva de Mari Feles, nombre de mujer. Su nombre proviene de un pueblo que estuvo situado en término de Narros de Cuéllar, entre el arroyo al que le dio el nombre y la ermita de San Marcos, situada en lo alto de una loma. Marieles en 1528 contaba con 19 vecinos, y en 1591 estaba aún habitado, contando con 27 vecinos. Se despobló en el siglo XVII tras casi un siglo conviviendo anexado a Narros de Cuéllar.

DESPOBLADOS DE LA ZONA

Por toda esta zona han pasado más pueblos que no han tenido la misma suerte que Chañe y han acabado desapareciendo, como es el caso de Nuño Gómez, que se despobló antes del s. XVII y estaba situado junto al arroyo Marieles, dos kilómetros antes de su paso por Chañe.

Ruy del Manzano, más o menos en el punto intermedio entre Chañe, Vallelado y Arroyo de Cuéllar se despobló antes de 1528. La zona siglos después se llamó Romajano o Romanzano.

Pesquera, situado en la zona conocida con el mismo nombre, también se despobló antes de 1528. Estaba situado junto al arroyo Terrillo (que desemboca en el arroyo de la Sierpe) unos 2km al noroeste.

El Valle, estaba situado a 2’5Km en dirección Gomezserracín, junto a la carretera. No aparece ya en el censo de 1528. En sus cercanías se situa la ermita de San Antonio, que alberga la imagen de la patrona del despoblado.

Pelegudos, situado en el término de Campo de Cuéllar. Su único vestigio es la iglesia de San Mamés s. XII, la cual está rebajada a ermita conservando únicamente el abside, que se ha cerrado con un muro de mampostería.

Aun hay más depoblados en la zona, pero son más lejanos. Fueron pequeñas poblaciones menores creadas en tiempos de la reconquista a los musulmanes para repoblar la zona con cristianos y abandonadas todas en torno al s. XVI, principalmente por emigrar a «Nuevo Mundo».

Incluso también cercano pero en término de la Mata de Cuéllar, junto al río Cega, hubo un monasterio agustino con advocación a Santa María del Pino. Está documentado entre principios del siglo XIV y principios del XVIII. De dicho monasterio no quedan vestigios. Un palomar entre los pinos se situa en el lugar en el que estaba ubicado.

EDAD MODERNA (s.XVI)

Archivo:Escudo de Chañe.svg - Wikipedia, la enciclopedia libre

Escudo de Chañe

Pese a no ser una villa, ya que dependía de la administración de Cuéllar, llegó a albergar una familia importante y pudiente. Una familia de hidalgos (o hijosdalgos, la categoría más baja de la nobleza), que como tales no tenían títulos nobiliarios aunque sí tenían cierto poder adquisitivo, poder social, y gozaban de sus derechos.

Mientras los nobles registraban los hechos importantes, los plebeyos no registraban absolutamente nada (lo normal es que no supiesen escribir). El problema de los hidalgos es que al estar en el limbo entre la nobleza y los plebeyos hay muchas lagunas de información por falta de documentos.

Eso es lo que ha ocurrido con la familia de Corral, la cual estaba encabezada por Luis de Corral (quien presuntamente procedía de la villa vallisoletana de Portillo), que casó con Juana Valdés, residiendo en Chañe con los privilegios que gozaban los hidalgos.

Luis de Corral fue profesor en la Universidad de Valladolid, doctorado, licenciado y catedrático, oidor de la Chancillería (lo que viene a ser un juez) y consejero del rey Carlos I.

photo_2020-07-05_18-37-44

Retablo de la familia de Corral, en la iglesia de la Magdalena de Valladolid.

El matrimonio es el fundador de la capilla de los Corrales en la iglesia de la Magdalena de Valladolid, presidida por un retablo plateresco tallado por Francisco Giralte a mediados del s XVI. Esta iglesia es reconocible por tener en su fachada el escudo de armas tallado en piedra más grande de España, perteneciente a don Pedro de la Gasca, virrey de Perú y Obispo de Palencia.

photo_2020-07-05_18-37-30

Blasón de don Diego de Corral Valdés

De este matrimonio nació don Diego de Corral Valdés y suyo es el escudo de armas que hay (ya algo deteriorado) en una de las casas de la plaza mayor.

Diego de Corral Valdés casó tres veces, la primera con doña Isabel Arellano Velázquez, natural de Cuéllar, con quien tuvo un hijo llamado Luis de Corral Arellano, quién casó con Isabel de Castro-Otáñez en Santo Domingo de Silos, lugar de nacimiento de su hijo Diego de Corral Arellano en 1570.

Diego de Corral Arellano no residió en Chañe, pero al igual que su abuelo fue oidor (juez) en el Consejo de Castilla, fiscal de la Real Audiencia, y como su tío (del cual hablaremos a continuación) caballero de la Orden de Santiago concediéndole el hábito en 1622. Diego Velázquez le pintó un retrato que lleva por título su nombre. Falleció en 1632.

El tercer matrimónio de don Diego de Corral Valdés fue con Mª Vázquez Rojas, casados en Turégano, de donde ella era natural, pero residiendo en Chañe.

De este matrimonio nació en 1566 Antonio de Corral Rojas, militar y escritor, y seguramente el chañero más destacado históricamente.

Fue consejero de Estado, capitán y sargento mayor en la milicia de Valladolid y caballero de la Orden de Santiago concediéndole el hábito en 1609 (al igual que su sobrino en 1622). Sirviendo a Felipe III luchó en las revueltas de Flandes y en la expulsión de los moriscos del Reino de Valencia, tema que usó para su tercera obra «Rebelión y expulsión de los moriscos del Reino de Valencia» publicada en 1613.

No hemos encontrado datos de matrimonio, hijos o fecha de su muerte.

PATRIMONIO

Iglesia de San Benito Abad

Es la unica iglesia con la que cuenta el pueblo y lo más representativo. Tiene advocación a San Benito Abad y es de grandes dimensiones.

photo_2020-07-05_18-37-26

No hay fechas de su construcción, ni se pueden suponer, debido a la mezcla de estilos que hay y a sus numerosas restauraciones, que han hecho que su aspecto sufra muchísimos cambios a lo largo de su historia, siendo notable que sus tejados y techumbres son contemporáneas.

Su exterior es imponente debido a sus dimensiones, con la portada como único elemento llamativo , situada en el lado de la epístola. Sobresale del cuerpo del edificio, como si de un pórtico se tratase. Con una puerta de medio punto, sin más elementos decorativos que una pequeña espadaña y campanario en lo alto.

Todo el edificio está cubierto con argamasa rayada, dando la impresión de que son piedras de sillería. Tiene un ábside recto y una moderna linterna sobre un crucero de gran tamaño.

photo_2020-07-05_18-37-18

La espadaña es voluminosa, de dos cuerpos, sillarejo el inferior y ladrillo el superior, que hace de campanario para sus tres campanas.

Su interior está compuesto por tres naves, separadas por columnas simples y compuestas, y presidido por el retablo mayor del siglo XVIII, de estilo barroco, que destaca ante el resto de retablos.

photo_2020-07-05_18-37-38

Un retablo que tradicionalmente es cubierto todos los Miércoles Santos por «el Monumento», que consiste en tres lienzos con pinturas que cubren su altar mayor durante la Semana Santa.

Estos lienzos se cree que son del s XVI y hay datos de cofradías locales que demuestran que llevan colocándose tradicionalmente desde 1780.

No es algo único de Chañe, en Mahamud (Burgos) tienen exivido uno durante todo el año, aunque si que es cierto que es una tradición que se está perdiendo. Son unos lienzos en los quepredomina el color azul, y hay ilustraciones con varios símbolos y referencias a la Pasión de Cristo y armaduras medievales, con trampantojos que hacen ver un relieve que en realidad no existe.

Ha sido restaurado recientemente, por lo que su estado actual es perfecto.

ermita del Santo Cristo de la Agonía

Como es habitual, las ermitas están situadas fuera del pueblo o a las afueras, ya que el pueblo crece y quedan absorbidas, y Chañe tiene una de cada, sin saber fechas de su construcción (hay leves indicios de que pueden ser del s XVI) y siendo las dos ermitas prácticamente iguales, de planta cuadrada y con tejado a cuatro aguas, diferenciándose únicamente por tener puerta simple o puerta doble.

Está situada cerca de la salida hacia Gomezserracín, absorbida por la parte más nueva del pueblo. Alberga un Cristo Crucificado de tamaño natural y dos pinturas de un pintor local. Tiene doble puerta de medio punto en el frontal ante un jardín con seis cruces.

ermita de San Antonio de Padua

Hay que dejar atrás las piscinas municipales y continuar por el camino que lleva a la Pesquera, para encontrar una zona verde protegida por una pequeña cerca ante la ermita. Está construida en honor a San Antonio de Padua, un santo lisboeta afamado por encontrar las cosas perdidas. Está ubicada en el lugar en el que se encontraba la aldea conocida por el nombre de El Valle y al despoblarse se colocó la imagen de la Virgen de los Remedios, su patrona, en el altar de la Ermita y la de San Antonio se trasladó a la iglesia. Una vez más, este Santo dio solución a algo que se había perdido.

resto de patrimonio

photo_2020-07-05_18-37-33

La plaza mayor cuenta con varias casas antiguas, siendo una de ellas, la que está frente al ayuntamiento, la que perteneció a don Diego de Corral. Aunque está plenamente rehabilitada (puesto que está en uso y es privada) conserva su portada original y su blasón, algo deteriorado.

El puente que salva el arroyo Marieles también tiene algo de intriga. Se puede apreciar que ha sido ampliado por todos sus costados, unos cinco metros a lo ancho (dos y medio a cada lado) y también por encima, para poder soportar el volumen de los vehículos de nuestros días. Además, en sus proximidades hay un azulejo en el que pone «Puente Ancha», haciendo referencia como nombre del puente a «Puente Ancho», pero dejando a entrever que el origen del puente es de hace varios siglos, puesto que en el castellano antiguo la palabra puente tenía género femenino.

Tiene tres ojos y da la impresión de que la parte que no ha sido transformada, pudiera pertenecer al s XVIII.

photo_2020-07-05_18-38-06

También hay varias «pegueras» por el pueblo y sus afueras. Son unas pequeñas construcciones de ladrillo con forma ovalada, en las que se quemaba la resina para conseguir «la pez», que se usaba para cubrir los barcos o las barricas de vino para impermeabilizarlos.

TRADICIONES

Al igual que todos los pueblos de la zona, en la noche del 30 de abril se coloca «el Mayo». Consiste en que los quintos (la generación que cumple 18 años) levanten el tronco de un árbol (generalmente un chopo) que se ha talado previamente. Tiene que aguantar en pie todo el mes de mayo y se solía hacer para despedir a los varones que se marchaban a hacer el servicio militar.

La Minerva es una celebración que consiste en una procesión que se realiza desde hace siglos en el interior de la iglesia el tercer domingo de cada mes.

El sacerdote va rezando la bula del Papa Benedicto XIV, del año 1748, en la que se concede a la parroquia de Chañe unirse a la Venerable Archicofradía del Santísimo Sacramento. La finalidad de esta celebración es rezar por «las intenciones que se indican en el documento» y que quienes lo hagan «ganen indulgencias».

Durante la celebración de La Minerva se reparten velas a los participantes, y los monaguillos recorren el templo con un incensario mientras hacen sonar las campanillas hasta que el sacerdote devuelve el Santísimo Sacramento al sagrario.

Campeonato de Supercorss de Castilla y León, en Chañe -

Sus fiestas mayores son en honor a San Roque, celebrándose el 15 de agosto, y aunque no cuenta con tradición taurina sí se lleva celebrando anualmente un campeonato nocturno de «motocross», que cuenta ya con más de veinte ediciones, aunque en sus inicios era diurno.

También en las mismas fechas se solía celebrar el «Fresarock» en su amplio frontón municipal, un festival punk-rock en el que han actuado grupos consagrados, pero que tras cambiar su sede a Cuéllar, se ha dejado de celebrar.

ECONOMÍA Y POBLACIÓN

Viveros California producirá la variedad de fresa «Marisol» a ...

Aunque cuenta con los servicios básicos de cualquier pueblo (bancos, tiendas de todo tipo, restaurantes, pensiones…), la economía está basada principalmente en la agricultura, centrándose en las hortalizas. Tiene dos empresas fuertes y punteras de recolección de fresas, que no sólo dan trabajo a gentes locales, si no que también a gentes de alrededores y extranjeras, puesto que por las campañas llegan muchos extranjeros, principalmente de Rumanía, llegando a residir de forma permanente en muchos casos.

Ésto ha servido para aumentar su población considerablemente. En el censo de 1528 contaba con 54 vecinos, una cantidad más que aceptable para la época. Su padrón desde 1840 se ha mantenido por encima de los 700 habitantes, llegando a los 1000 en las décadas de los ’40 y ’50, con el habitual bajón en los ’60. Pero gracias a estas campañas de recogida de fresas y hortalizas de hoy en día, cuenta con unos 900 habitantes, de los cuales un tercio son inmigrantes.

photo_2020-07-05_18-37-53

La convivencia de la gente natural de Chañe con los extranjeros es buena. Cada uno a lo suyo. Si un pueblo con menos de mil habitantes y con un tercio de su población inmigrante es capaz de lograr esa buena convivencia, ¿por qué no son capaces de lograrla en muchas ciudades o grandes paises?

Aparentemente Chañe no tiene nada destacable, pero una vez más se demuestra que todo pueblo tiene algo que ofrecer al visitante. Que todo pueblo tiene una historia que contar. Que la cultura no sólo está en los grandes museos de renombre o en las grandes ciudades. También está en esos pequeños pueblos, todos forman parte de la historia de nuestro país y no se les trata como se les debería de tratar.

.Herido grave un hombre de 79 años al ser atropellado en Chañe | El ...

Aguilafuente y la primera imprenta española

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-30_23-15-19.jpg

Nos encontramos en una antigua villa segoviana habitada por 573 aguiluchos, dentro de la Comarca Tierra de Pinares, un extenso mar de pinos fundamentales para la economía del pueblo por su resina, sus piñas, su madera leñera y su alta riqueza micológica, junto con los campos de cultivo, cuyo regadío es facilitado por varios arroyos, por el río Cega (el cual bordea el término municipal a unos cinco kilómetros de distancia por el norte) y por las lagunas superficiales. Tan magnífico espectáculo natural se puede contemplar desde el Cerro de Santa Lucía, yacimiento arqueológico a unos kilómetros al sureste de Aguilafuente, junto al arroyo del Prado de Sauquillo, y, en la zona norte, en la misma orilla del río Cega, el área recreativa de Las Fuentes, un lugar frondoso con manantiales donde se puede pasar un estupendo día de campo. Las aguas subterráneas que fluyen en Aguilafuente no sólo provocan esas lagunas y mantantiales que evitan el Cega, sino que también dan lugar al nacimiento del arroyo Maluca, que unos kilómetros más adelante, al llegar a la vecina localidad de Fuentepelayo, tras robar el agua de otros arroyos de la zona y aumentar su caudal, se convierte en el río Malucas, el cual vierte sus aguas en el río Pirón, y éste a su vez en el Cega. Al final todo ese agua que esquivó el Cega en Aguilafuente, acaba inevitablemente en el mismo lugar.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es image.png
Escudo de Aguilafuente

El nombre de Aguilafuente no viene de donde en un primer momento nos podemos suponer: La Fuente del Águila o el Águila de la Fuente, aunque junto a la iglesia de Santa María hay una escultura que representa a un águila sobre una roca y en el mismo escudo de la villa aparece representada un águila. Más bien responde a todo un estudio de la fonética y la evolución lingüística. La palabra Águila deriva de la palabra prerromana «bagila», que significa piedra o muro de piedra, lo cual es normal porque el terreno, según el Diccionario Geográfico de Madoz, es pedregoso, por lo que la abundancia de piedra pizarrosa con que las casas están hechas daría explicación a esa palabra. Fonte sí que significa fuente, ésta viene del latín. Con lo cual la palabra Aguilafuente deriva de la palabra Baguilafonte y significa «fuente de piedra» o «casa con muros de piedra junto a la fuente» o «Fuente de piedra», en referencia al lugar como fuente, origen, de todas las piedras que se utilizaban. A partir del año 1295 aparece en la documentación de la catedral de Segovia con varios nombres, como Baguilafont, Bavilafunt, Baguilafuente y Águila Fuente.

Las primeras manifestaciones humanas en el término municipal de Aguilafuente se remontan al Neolítico, en torno a 3500 años a.C., época a la que pertenece el hallazgo de un ejemplar de hacha pulimentada que fue donada por su dueño, Ricardo García, en los años 40 al entonces Comisario Provincial de Excavaciones Antonio Molinero; dicho hallazgo se encuentra actualmente depositado en el Museo de Segovia.

De la Edad del Hierro (800 a 218 a.C. aproximadamente), ya entrando en la época prerromana con los vacceos, son los yacimientos, entre otros, de La Pencona, con hallazgos de cerámicas decoradas, y El Arenero (Cuesta de La Ribilla), donde se hallaron algunos valiosos restos cerámicos elaborados a mano, con una coloración negra y sin decoración, que estuvo en manos de la familia Herrero Sanz, quienes las donaron en el 2018 al ayuntamiento.

Aguilafuente recupera las huellas de su villa romana | Segoviaudaz.  Noticias y actualidad de Segovia
Imagen extraida de segoviaudad.es

Un periodo que aparece bien reflejado en Aguilafuente es la de los romanos, debido a la existencia de la villa romana de Santa Lucía, en el cerro del mismo nombre, la cual ha inspirado la creación del Aula Arqueológica del municipio. Dicho yacimiento ha aportado mosaicos, frescos y abundante material cerámico en el que destacan fragmentos de terra sigillata hispánica tardía así como de cerámica común, lo cual indica la presencia en esta zona de una gran explotación latifundista. En julio de este año 2020 se han retomado las excavaciones, financiadas entre el propio ayuntamiento, la Junta de Castilla y León y la Universidad Complutense de Madrid, sacando a la luz los restos de la fachada occidental del palacete rural romano (de unos 2.200 metros cuadrados de extensión), de unos 45 metros de longitud. Asimismo, los trabajos han localizado varias estructuras murarias pertenecientes a una edificación romana del siglo II o III d.C., y relacionada con un asentamiento rural que sirvió de germen a la villa suntuaria construida en el siglo IV d.C.

Pero ahí no acaba la historia. Posteriormente, el solar fue aprovechado por una población visigoda, que debió de ocupar el conjunto de hasta 10 hectáreas de edificaciones para la explotación de la campiña, pastos y bosques, talleres, viviendas para esclavos, establos, almacenes o graneros, que estaban construidos en torno a la residencia principal, usando la parte de la villa romana como lugar de enterramiento (siglos VI y VII d.C). En dicha necrópolis se han encontrado unas 200 tumbas, en los que se incluían ajuares compuestos de  fíbulas, broches, hebillas de cinturón, collares y diferentes restos de cerámica. Incluso el lugar donde hoy se asienta la localidad de Aguilafuente pudo ser otra necrópolis visigoda, ya que en la Calle de la Ermita y sus alrededores se han encontrado varios sarcófagos antropomorfos labrados en piedra.

Hasta aquí ya encontramos una larga trayectoria de vida para este pueblo segoviano, y aún falta mucho más.

Reconstrucción de la necrópolis visigoda - Aula Arqueológica de Aguilafuente:  fotografía de Aula Arqueológica de Aguilafuente - Tripadvisor

En este cerro también se han hallado los cimientos de una iglesia medieval, la cual se cree que es la de San Mamés, aunque posteriormente se le cambió la advocación a Santa Lucía (que da nombre al yacimiento) y que se construyó en la misma aldea visigoda, que anteriormente fue romana. Debió de ser contemporánea al núcleo originario del actual Aguilafuente, a finales del siglo XI, cuando seguramente la zona es repoblada, tras la conquista del Reino de Toledo por Alfonso VI en 1085. Se me ocurre que el actual Aguilafuente tenía un nombre anterior y que cuando los del cerro se bajaron al pueblo le dieron el nombre de su anterior asentamiento.

La primera mención documental de Aguilafuente fue con la cesión de la villa por Alfonso VII al obispo de Segovia, en 1137, utilizando la denominación de Baguilafont, permaneciendo en el señorío episcopal hasta el siglo XVI. Más adelante, en los años 1210 y 1390, se vuelve a hacer referencia al lugar al establecerse los límites de las comunidades de Cuéllar y Aguilafuente, haciendo referencia al mismo tiempo a la presencia de una vasta extensión de pino en toda la zona.

Ya no se vuelve a hacer mención de la villa hasta 1434, cuando fue visitada por Juan II de Castilla, dado que Aguilafuente está estratégicamente situada dentro de las rutas de viaje de los monarcas castellanos, así como de personajes eclesiásticos, comerciantes y ganaderos.

Pero sin duda, lo que situó a Aguilafuente en el mapa fue la celebración, en la iglesia de Santa María en 1472, de un sínodo diocesano convocado por el obispo segoviano Juan Arias Dávila, cuyas actas son conocidas como «El Sinodal de Aguilafuente» o «Sínodo de Segovia», primer libro impreso en España y, por tanto, joya bibliográfica. Es un libro pequeño, de 48 hojas impresas y 16 en blanco, en papel de gran calidad. No tiene portada y comienza con el índice de los 28 capítulos de que consta. El texto, que está en castellano, está escrito en líneas, salvo dos fragmentos en los que aparecen los nombres de los representantes de Pedraza y Fuentidueña que, por no querer aparecer uno tras otro, obligaron a hacerlo en columnas.

En este sínodo se aprobó una reforma de la vida eclesiástica. A los clérigos se les prohíbe portar armas, se les obliga a la formación intelectual (que hay que conseguir en el Estudio General que dirigía el propio Arias Dávila) y se reforman el ministerio pastoral y la liturgia (calendarios, oficios, etc.). Para los laicos se elabora la reforma en el culto, en el matrimonio (prohibiendo los realizados sin testigos y los divorcios sin conocimiento de la Iglesia) y en el derecho patrimonial.

El Sinodal de Aguilafuente, primer libro impreso en España - El Día de  Segovia
Imagen extraida de eldiasegovia.es

El único ejemplar que se conserva del Sinodal está en la Catedral de Segovia (donde se encontró en 1930 mezclado con otros legajos, pues su existencia se había olvidado), donde también está el manuscrito que sirvió de original de imprenta, el denominado Codex canonum. Gracias a este sínodo,  Segovia contó con la primera imprenta española, a cargo del alemán Juan Párix, que previamente había trabajado en Roma, llamado por el obispo Dávila para que realizara distintos trabajos, la mayoría realizados para el Estudio General. Y de Segovia la imprenta se extendió a otras localidades españolas.

Actualmente se celebra todos los años, el primer fin de semana de agosto desde 2003, la reconstrucción de este hecho mediante una representación teatral itinerante por calles y escenarios históricos de la villa, en la que intervienen muchos de sus habitantes caracterizados con ropas de la época.

Poco después de este importantísimo acontecimiento, Aguilafuente volvió a ser protagonista, esta vez como sede, en los años de 1489, 1492, 1496 y 1497, de varios Consejos Generales de la Mesta, la poderosa agrupación de los ganaderos ovinos del reino, lo que indica el poderío económico que llegó a tener Aguilafuente.

Además la reina Isabel la Católica visitó la localidad en mayo de 1493, llegando a interceder en más de una ocasión entre el Concejo local y el Cabildo Catedralicio para resolver problemas de la Villa. También su marido, Fernando el Católico, visitó Aguilafuente el 10 de octubre de 1505, incluso en algunas ocasiones los dos monarcas juntos también pasaron varias jornadas en Aguilafuente como lugar de descanso entre los frecuentes viajes por sus reinos.

Blason fam es Casa de Zúñiga.svg
Blasón de Pedro de Zúñiga

Por supuesto, como muchos de los pueblos de Castilla, la Villa participó en la Guerra de las Comunidades (1520-1521), en este caso posicionándose en contra del emperador Carlos V. La villa en ese momento era propiedad del cabildo catedralicio de Segovia, figurando en el censo de pecheros de 1528 como tal, con 301 vecinos. Pero en 1536 fue vendida a Pedro de Zúñiga y de Orantes (1490-1555), hijo bastardo reconocido de Alvaro de Zúñiga y Pérez de Gumán, II Duque de Béjar, y Catalina Dorantes, convirtiéndose así en señor de Aguilafuente y, ese mismo año, en marqués de Aguilafuente gracias a Carlos I, lo que nos indica el poder económico y social de este noble. El marquesado de Aguilafuente continua actualmente con Don Diego Colón de Carvajal y Gorosábel, XIX marqués desde 1988, pero no el señorío, puesto que su concesión a la Casa Zúñiga en 1536 se abolió junto al resto de señoríos en el siglo XIX.

Esta etapa, aunque parezca mentira, no está bastante clara, hay bastante confusión en las fechas y nombres.

También es una época de conquista en el Nuevo Mundo. Se sabe que algunos de los pobladores de esta villa intervinieron en la conquista de América, como Alonso del Río, según el relato del conquistador Bernal Díaz del Castillo en su obra «Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España».

En la guerra de la Independencia de 1808, con la entrada de las tropas de Napoleón, dada la extensión de los pinares que rodean la villa, la población participó muy activamente en la guerra de guerrillas contra el invasor.

Ya en el siglo XX, y concretamente en el periodo de la Guerra Civil (1936-1939), Aguilafuente quedó encuadrado en la llamada zona nacional, al igual que la mayor parte de Castilla la Vieja y a partir de los años 50, comenzó su despoblación como consecuencia de la migración hacia las grandes ciudades.

Iglesia de San Juan, AGUILAFUENTE (Segovia)
Iglesia de San Juan de Aguilafuente

Aguilafuente cuenta con un patrimonio histórico-artístico muy rico que puede verse no sólo en sus alrededores, sino también en su casco urbano. Podemos empezar hablando, como no podía ser de otra forma, de las iglesias. En primer lugar de la de San Juan, edificio de estilo románico, de finales del siglo XI y principios del siglo XII y muy reconstruida en la actualidad. Está hecha de piedra y ladrillo. El interior, en origen de una sola nave rematada en cabecera cuadrada, se amplió a finales del s. XV con una segunda nave, con capilla cubierta con bóveda nervada de estilo gótico. Destaca la solidez de la torre, de sillería, con dos ventanales de medio punto por cara. Fue parroquia hasta 1843. Hoy es la sede del Aula Arqueológica y recoge todos los vestigios aparecidos de época romana y visigoda que hemos comentado anteriormente, donde de una forma amena nos presenta sus formas de vida, de construcción, decoración…

Iglesia de Santa María de Aguilafuente

Por supuesto es de destacar, y no sólo por su historia, la iglesia de Santa María, situada en la Plaza Mayor del Sínodo. Hoy es la única iglesia parroquial activa. Fue construida en el siglo XII en estilo románico mudéjar, que se ve sólo en la esbelta torre y en el curioso ábside absorbido por el resto del edificio. Reformada en gótico florido del siglo XV en las portadas, representado en la del sur a la Anunciación y en la del oeste (hoy tapiada), situada frente al palacio, el escudo de la villa, y el rosetón de grandes dimensiones. Su interior, en

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-29.jpg
Iglesia de Santa María de Aguilafuente

origen de dos naves y ampliado más tarde con tres, fue modificado posteriormente en estilo barroco. En la fachada principal y en parte de la torre se conserva el esgrafiado de distintos motivos geométricos, típico segoviano.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-19.jpg
Iglesia de Santa María de Aguilafuente

La última construcción religiosa es la ermita del Santo Cristo de La Peña, edificio construido en la segunda mitad del s. XVI, de estilo herreriano. Su retablo y altar barroco, realizados por Francisco Santos de Prado en el año 1677 y reformado en 1711, acoge la imagen del Cristo de la Peña, talla de madera policromada de gran belleza y valor incalculable.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-10.jpg
Escultura del Aguila en Aguilafuente

Importante es la escultura que se encuentra frente a la iglesia de Santa María: El águila sobre la roca. Este águila fue diseñada para decorar la gran fuente que hubo en la plaza Mayor del Sínodo. El águila se consideraba un símbolo de la villa (de hecho aparece en su escudo), mide 1,50 metros y fue moldeado por el escultor segoviano Feliciano García Herranz, profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Segovia. Este águila se colocaría sobre una roca de granito sin labrar y estaría rodeada por los chorros de la fuente. Esta gran fuente fue inaugurada en noviembre de 1975. Hoy los chorros han desaparecido y se ha ajardinado la zona. obviamente entonces se creía que el nombre de la villa era La Fuente del Aguila, pero como ya hemos visto éso no era así.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-39-49.jpg

También podemos encontrar en Aguilafuente casas señoriales a partir del siglo XVI, como la Casa de los Pérez de la Torre, cercana a la plaza de la Fuente. Cuenta con escudo de armas, balconada en la fachada y un llamativo reloj de sol. Mantiene la estructura y características de la casa de una de las familias de más alto rango y poder económico de la Villa.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-51.jpg
Casa del Palacio de Aguilafuente

O los restos del Palacio del Marqués de Aguilafuente, hoy casa rural, perteneciente a  Pedro de Zúñiga. Conserva parte de la muralla y ventanales adornados con motivos alegóricos del escudo heráldico de la casa de los Zúñiga. Próximo a esta casa se conserva un arco de la finca llamada “La Cerca del Marqués”.

Otra casa que se conserva en la plaza de la Fuente es la Casa de las Conchas, que conserva una decoración muy especial, con la fachada ornamentada a base de conchas de vieira naturales. La edificación data de comienzos de principios del siglo XX, de 1921. La mandó construir un vecino de la localidad, Domingo Trapero de Frutos, que tenía comercio de pescado con Galicia. Su intención fue la de traer a su tierra una decoración típica gallega.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-34.jpg
Ejemplo de esgrafiado

Son destacables, sobre todo por su variedad, las obras de rejería en ventanas, balcones y puertas dispersas por casi todas las calles; así como los esgrafiados, que introdujeron los romanos como decoración y que se hicieron típicos de la provincia de Segovia de la mano de los mudéjares, con el que se embellecen las fachadas para desviar la atención del uso de materiales modestos, como el tapial. Consiste en aplicar dos capas de enfoscado y, antes de que se seque la última, se aplica una plantilla y se vacian las partes que interesan del dibujo. Se hizo muy popular por ser una forma barata de decorar. Y es realmente resultona.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-42.jpg
Escultura de Florentino Trapero

Las dos plazas de la localidad cuentan con esculturas de Florentino Trapero, escultor y pintor aguilucho que nace en 1893 y muere en Madrid en el 1977 y que a lo largo de su vida recibió numerosos premios.  Son el Adán Arrepentido (en la Plaza Mayor) y el Paso de la Entrada de Jesús en Jerusalén. En su museo podemos contemplar esculturas en pequeño y gran formato, dibujos, bocetos, tallas y yesos preparatorios.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es photo_2020-08-24_10-40-57.jpg
Ayuntamiento de Aguilafuente

Este museo se encuentra en el ayuntamiento, edificio de estilo modernista construido en los años veinte del siglo pasado, con líneas sencillas, rectas y sin más decoración que la de la propia arquitectura.

Fuentes: Wikipedia; páginas del Ayuntamiento de Aguilafuente, de Segovia Turismo, lugaresconhistoria.com, PARES, Aguilafuente curiosa-un pueblo por descubrir y los trabajos de toponimia de Enrique Sendino.